martes, 2 de noviembre de 2010

No se trata, cariño, de que en este preciso instante una mujer, en algún lugar que no tengo intención de revelarte, sencillamente espera mi regreso, casi tanto como yo espero regresar, sólo para encontrarnos, sólo por ver si a la hora y en el bar acordados, ella aparece y cumple así con su parte del trato. No se trata, cariño, únicamente de eso...sabes muy bien que acabamos de conocernos, nena, y que por mucho que lleves un rato persiguiéndome, de camino al hotel, taconeando, esculpiendo en la acera el momento propicio para un primer beso, en realidad no nos une otra cosa que la noche, una noche desierta, nena, una noche  gélida e inquietante, y el silencio que rompes con tus pasos, mientras te acercas, hasta ponerme a tiro tus caderas, tus medias de rejilla, y todo lo demás que tú ya sabes, contoneándote, como un puto pavo real ...escucha bonita ¿puedes creerme? de veras...no se trata de que este callejón, reconócelo, no resulta lo suficientemente oscuro, ni se trata de que, definitivamente, no pienso acompañarte, esta noche infernal, al encuentro de algún otro lugar que tú conoces, confortable y seguro, no me convencerás, no insistas, porque hace tiempo que decidí no hacérmelo en la calle, al abrigo de niguna esquina, tras los contenedores, ni siquiera de la esquina más segura y más confortable, ni siquiera  si la chica es la chica más bonita que pueda uno encontrarse, ya te digio, ni siquiera contigo, dulzura, por más que no parezcas policía. No se trata de que no lleve pasta encima, nena, ni de que me lo hagas gratis, "hasta que al fin te corras", como tú misma explicas, ni siquiera si me corro en tu boca, no se trata de eso nena,  no se trata de que no te favorezca tu vestido ajustado, ni se trata de que tú no me gustes. No se trata de que, por alguna razón, desde que te conozco, no hagas otra cosa  que ocultar tu sonrisa esquiva, no se trata del rojo de tus labios, cariño, ni de tu nuevo peinado. No se trata de que te toque el culo, ni de tu escote falso. No se trata de eso, bonita, créeme... se trata más bien de que, sencillamente, cariño, eres un hombre. Un hombre, además, con una polla enorme, según acabo de comprobar. Es eso, cariño, lo de tu enorme rabo, lo que tal vez me importe más. Bueno...lo de tu enorme rabo...y lo de tu bigote. Porque joder nena...a mí tampoco me gusta tener que afeitarme todos y cada uno de los días, ya sé que es una lata... pero es lo que hay. Deberías quererte un poco más, nena, la verdad. Porque siento decirte que, mientras no te quites de encima ese mostacho horrible, y te lo digo de veras nena, mientras no borres de tu cara ese enorme bigote, has de reconocerlo, mientras no te hagas eso, y por muy bien que les digas que se la chupas, nena, créeme... nadie te va a pagar.